Los bebés de piedra son casos extremadamente raros, se da en el 0.0045% de las mujeres embarazadas y se conoce como litopedia, derivado de lithopedion, litho = piedra; pedion = niño.
Es producto de un embarazo ectópico, es decir, cuando el óvulo fecundado por el espermatozoide anida fuera del útero, generalmente en el abdomen. El embarazo no prospera y el feto muere, pero se queda adherido a algún órgano de la mujer y comienza a momificarse.
El sistema inmunológico de la mujer lo detecta como una amenaza y poco a poco lo va cubriendo de ligeras capas de calcio hasta calcificarlo, haciendo que adquiera el aspecto de una piedra. La mayoría de los casos se detecta en mujeres ancianas, que han mantenido dentro de sus cuerpos el feto durante décadas.
Los bebés de piedra, son un extraño caso de fetos muertos y calcificados fruto de un embarazo extrauterino. Los litopedion existen, aunque no hay demasiados casos documentados: hay menos de trescientos casos señalados en la literatura médica acumulada a lo largo de unos 400 años.
El litopedion más antiguo se encontró en una excavación arqueológica en los años 90, con fecha de 1100 a. C. El profesor Leland Bement descubrió los restos bien preservados de lo que al principio parecía una mujer con alguna clase de bebé momificado. Una inspección posterior de los patólogos Christine y Bruce Rotschild confirmó que se trataba de un litopedion.
En 1996 se encontró un feto del siglo IV en Costebelle, Francia. Al principio se pensó que era un caso de sífilis congénita, pero luego se confirmó que era un feto calcificado de siete meses.
No obstante, los casos de litopedion o bebés de piedra ya se encuentran mencionados en la literatura médica del siglo XI, gracias al tratado de cirugía del médico árabe Albucasis. Este tratado se difundió por toda Europa y se escribió sobre casos similares en varios países.
En el siglo XVI el médico de Estrasburgo Israel Spach incluyó una ilustración de un litopedion dentro de un útero abierto de una mujer. En esta época la explicación al fenómeno aún era bastante mitológica, y se documentan varios casos en la literatura médica de la época y siglos posteriores.
La primera operación en Estados Unidos para retirar un litopedion fue realizada en 1759 por John Baird en Nueva York. En Noruega se tiene constancia de que en 1813 una mujer había estado "embarazada" durante 10 años y a través de una incisión por encima de su ombligo sacaron varios restos de un bebé de piedra.
¿Cómo se produce?
Ocurre cuando un embrión se adhiere a cualquier lugar fuera del útero y el feto crece, durante más de 12 semanas, pero no consigue sobrevivir y muere. Si el feto es demasiado grande no se expulsa ni absorbe, sino que comienza a calcificarse.
La calcificación se produce por vía subcutánea y se envuelve en tejido cicatrizal. Se deshidratan los tejidos, se infiltra calcio y se inicia el proceso de petrificación. Se requiere para ello que existan condiciones asépticas y que se den las condiciones óptimas para la precipitación del calcio.
Si este proceso es asintomático y pasa desapercibido por los médicos, el feto se momifica y acaba convirtiéndose en un bebé de piedra, también conocido como litopedio. Es posible que no se diagnostique durante décadas y que se detecte por una revisión debida a otros motivos.
Se produce porque el sistema inmune de la madre reconoce al feto como un objeto extraño y, para protegerla de una posible infección, lo reviste con calcio.
Existen diferentes tipos de litopedion:
Litokeliposis: se calcifica la membrana del óvulo. El feto puede estar en diferentes etapas de descomposición.
Litokelitopedion: tanto el feto como las membranas del óvulo están calcificadas.
Litopedion común: sólo el feto está calcificado.
Aunque parezca tratarse de un mito, son casos muy raros pero reales. Existen menos de 300 casos documentados en la literatura médica acumulada durante más de 400 años.
El diagnóstico de litopedion es poco frecuente debido a la detección temprana de embarazos abdominales, a pesar de que los embarazos extrauterinos son cada vez más comunes.
Hablando una noche con un amigo médico, me comentó sobre el curioso y extraño caso de los bebés de piedra, no daba crédito a lo que mi amigo me contaba, ya que le había narrado unos minutos antes el comienzo del cómic en el que me encontraba trabajando en el que una niña nacía del interior de una piedra. En aquel momento me di cuenta de que algo extraño y maravilloso estaba sucediendo, todo lo que me imaginaba se estaba haciendo real. Mi reto personal, crear una Novela Gráfica fantástica, en la que todo lo extraordinario que sucediese en ella, fuese real al 100% se estaba haciendo realidad ante mis ojos. Kiko Da Silva 2015.